Dragonera y sus faros: guardianes del mar que iluminan tu excursión
Cuando zarpas desde la costa oeste de Mallorca hacia el horizonte, no tardas en divisar una silueta alargada que parece un dragón dormido. Es Sa Dragonera, una isla que, además de su riqueza natural, guarda una historia marinera fascinante: la de sus faros. Estos faros de Mallorca, y en especial el faro Dragonera, han sido durante siglos los guardianes de los navegantes. Hoy siguen ahí, firmes y orgullosos, acompañando las travesías en barco y regalando postales inolvidables a quienes se acercan desde el mar.
Un faro en cada extremo: luces que guían historias
Dragonera cuenta con tres faros principales que han marcado el rumbo de barcos y marineros:
- Faro de Tramuntana, en el extremo norte.
- Faro de Llebeig, en el extremo sur.
- Faro Viejo de Na Pòpia, en la parte más elevada de la isla.
Cada uno tenía la misión de iluminar diferentes rutas marítimas y proteger a las embarcaciones de los temidos acantilados y corrientes. Aunque hoy en día muchos han quedado automatizados o incluso en desuso, su valor histórico y simbólico permanece intacto.
El faro Dragonera más famoso: Tramuntana
El faro de Tramuntana, construido en 1850, es el más conocido de la isla. Situado frente a Sant Elm, su luz servía como guía para los barcos que bordeaban la costa norte de Mallorca o que se dirigían al puerto de Andratx.
Desde el mar, su figura blanca sobre el paisaje rocoso es imponente. Navegar cerca de él durante una excursión es como viajar en el tiempo: uno puede imaginar las noches oscuras en las que los marineros buscaban desesperadamente la señal de esta torre para orientarse.

Dragonera y sus faros
El faro de Llebeig: el guardián del sur
En el lado opuesto de la isla se alza el faro de Llebeig, encaramado en un acantilado que parece desafiar al mar. Fue construido para iluminar la peligrosa ruta que une la costa oeste con el sur de Mallorca, donde las corrientes son traicioneras y las tormentas podían hundir barcos en cuestión de minutos.
Hoy, quienes hacen una excursión en barco pueden contemplarlo desde el mar y sentir esa mezcla de respeto y admiración por quienes lo construyeron en un lugar tan inhóspito.

Dragonera y sus faros
Na Pòpia: el faro más alto
El tercer faro de Dragonera es quizá el más curioso: el faro de Na Pòpia, situado en la cima de la isla, a más de 350 metros de altura. Aunque su posición permitía una visibilidad enorme, pronto se descubrió que las nubes y la niebla lo hacían poco práctico. Fue abandonado y hoy solo quedan sus ruinas como testimonio de aquel intento.
Desde el mar se distingue su ubicación, y para los amantes de la historia marítima es un símbolo de la constante lucha entre el ingenio humano y la fuerza de la naturaleza.

Dragonera y sus faros
La conexión emocional de los faros
Más allá de su función técnica, los faros de Mallorca han inspirado a poetas, pintores y viajeros. Son un símbolo de esperanza, de regreso a casa, de seguridad en medio de la oscuridad. En una excursión en barco con Cruceros Margarita, verlos encendidos al caer la tarde es una experiencia que conecta directamente con esa emoción: la de sentirse pequeño ante el mar, pero protegido por una luz que nunca se apaga.
Ver Dragonera desde el mar: una experiencia única
Muchos visitantes conocen Dragonera desde tierra, realizando alguna excursión a pie por el parque natural. Pero contemplar la isla desde el mar es otra historia. Los faros, que desde tierra pueden quedar ocultos entre la roca, se muestran en todo su esplendor.
En una excursión en barco desde Sant Elm o Andratx, las vistas de los acantilados y la silueta blanca de los faros sobre ellos crean un contraste espectacular, perfecto para quienes buscan fotos inolvidables o simplemente dejarse llevar por la belleza del paisaje.
Un viaje por la historia marinera de Mallorca
Los faros de Mallorca son parte de una red que abarca toda la isla: Portopí en Palma (uno de los más antiguos del mundo en funcionamiento), Formentor en el norte, Capdepera en el este… Cada uno tiene su propia historia, pero los de Dragonera tienen un encanto especial, porque se concentran en un espacio reducido y guardan relatos de naufragios, piratas y navegantes que cruzaban el Mediterráneo.
El faro Dragonera al atardecer: magia en el horizonte
Si hay un momento perfecto para contemplar los faros de Dragonera, es el atardecer. La luz dorada tiñe la piedra de la isla, el mar se vuelve tranquilo y las siluetas de los faros parecen encenderse incluso antes de que llegue la noche.
Durante una excursión con Cruceros Margarita, la ruta al atardecer combina la emoción del mar, la calma del paisaje y la belleza de estos guardianes que parecen vigilar tu travesía. No es solo una excursión: es una experiencia poética, donde la historia y la naturaleza se entrelazan.
Curiosidades sobre los faros de Dragonera
- El faro de Tramuntana fue el primero en construirse y aún sigue en funcionamiento, ahora automatizado.
- El faro de Llebeig es uno de los más fotografiados de Mallorca por su ubicación espectacular en el acantilado.
- Na Pòpia es considerado un ejemplo de cómo incluso los proyectos más ambiciosos pueden no ser prácticos frente a la naturaleza.
- Los fareros de Dragonera vivían en condiciones muy duras: aislados, con viento constante y acceso limitado a víveres.
Un símbolo de identidad mallorquina
Hablar del faro Dragonera y de los faros de la isla no es solo hablar de torres y luces. Es hablar de la identidad marinera de Mallorca, de la relación eterna entre la tierra y el mar. Son monumentos silenciosos que han visto pasar siglos de comercio, pesca, invasiones y turismo.
Hoy, en tiempos modernos, siguen siendo parte del paisaje y, al mismo tiempo, un atractivo cultural y turístico que conecta a los visitantes con la esencia más auténtica de la isla.
Conclusión: los guardianes que siguen iluminando tu ruta
Cuando te subes a bordo de Cruceros Margarita rumbo a Dragonera, no solo estás navegando hacia un parque natural lleno de vida. Estás recorriendo un camino marcado por la historia, vigilado por los faros que han guiado a generaciones de marineros.
El faro Dragonera y los demás faros de Mallorca no son solo puntos en el mapa: son guardianes del mar que siguen iluminando tu excursión, dándole un toque de aventura, romanticismo y conexión con el pasado.