Sa Dragonera ha sido testigo de una rica y variada historia que se remonta a la época talayótica. A lo largo de los siglos, esta isla ha servido múltiples propósitos, desde ser un sitio de entierros romanos hasta un refugio de contrabandistas. En las últimas décadas, la isla ha sido un símbolo de la lucha ecologista en las Islas Baleares. En este blog, veremos los momentos más significativos de su historia y la importancia de su conservación actual.
Época Talayótica y Romana
Los primeros indicios de actividad humana en Sa Dragonera datan de la época talayótica, con vestigios de un asentamiento en un muro de Tramuntana. Aunque estos restos aún no han sido completamente estudiados, se sugiere que durante la época romana la isla fue utilizada como necrópolis, como lo demuestra el hallazgo en Es Lladó.
Desde el Siglo X hasta el Siglo XVIII
Desde el año 902, hay registros de visitas esporádicas a Sa Dragonera, principalmente para el abastecimiento de agua dulce. En 1229, Jaume I utilizó la isla como base para preparar el ataque a Mallorca. A lo largo de los siglos XIV al XVIII, la isla fue escenario de numerosas incursiones corsarias, y se documentó un puesto de vigilancia en na Pòpia en 1342. En 1581 y 1585 se construyeron las torres de vigilancia de na Pòpia y Llebeig, respectivamente.
Siglos XIX y XX
En 1811, Sa Dragonera pasó a ser propiedad de la Familia Villalonga. Posteriormente, en 1850, se construyó el Far de na Pòpia, que reemplazó la torre preexistente. En 1880, el Archiduque Lluís Salvador describió la isla en su obra «Die Balearen». Los faros de Tramuntana y Llebeig comenzaron a operar en 1910. La isla cambió de manos varias veces durante el siglo XX, siendo notable su compra por Joan March Ordinas en 1934 y su posterior adquisición por Joan Flexas de s’Almudaina en 1941, quien modificó el paisaje para la agricultura y utilizó la isla como refugio para el contrabando.
En 1974, la empresa PAMESA compró la isla con planes de construir una urbanización masiva, lo que llevó a una campaña ecologista intensa. Finalmente, en 1984, la Audiencia Nacional decretó la imposibilidad de la urbanización, y en 1987, el Consell de Mallorca compró la isla.
Carteles reivindicativos
La Declaración de Parque Natural
El 26 de enero de 1995, el Govern Balear declaró Sa Dragonera, junto con los islotes de Pantaleu y Sa Mitjana, Parque Natural. Esta declaración aseguró la conservación de la isla, permitiendo que tanto los actuales habitantes como las futuras generaciones puedan disfrutar de su belleza y biodiversidad.
Cruceros Margarita se enorgullece de apoyar la sostenibilidad y la protección de Sa Dragonera. Conscientes de la importancia de mantener la biodiversidad y los ecosistemas de la isla, promovemos prácticas responsables y ecológicas en todas nuestras operaciones. Trabajamos activamente para asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de la belleza y la riqueza natural de esta isla icónica, contribuyendo a la preservación de su legado histórico y ambiental.
El Ferry Margarita.
Sa Dragonera es un ejemplo notable de cómo la determinación y la acción comunitaria pueden preservar un espacio natural de gran valor histórico y ecológico.Desde sus primeras utilizaciones por los humanos hasta su declaración como Parque Natural, la isla ha sido un punto central de conservación y respeto por el medio ambiente.
